Entonces Concha.
Si todavía un
detergente lo usa sólo una mujer. Si la cerveza está a la venta sólo
para levantar minas. Si aún escuchas la frase: “a mi novio no le gusta”.
Si encendés la tele y ves un matrimonio que usa los beneficios de un
banco, y él resopla su descontento mientras ella rompe las bolas.
Y se resignan a que “eso” es amor. Si eso te da risa. Si el
mensaje es “cuidá” a tu familia dándole aspirinas. Si es más importante
lo blanca que quedó la camiseta de tu esposo.
Entonces concha.
Entonces concha.
Si las mujeres
siguen haciendo el coro. Si el “igualismo” se trata de destrozar la
tarjeta del marido y revisar sus mensajes. Si la confianza y los
celos comienzan a ser sinónimos. Si la igualdad se proclama ejerciendo
eso mismo que condena. Y ella debe rendir una materia más por ser mujer.
Si el genérico es “él” diferenciando un “ella”. Si aún es puta la que
coge mucho.
Entonces concha.
Entonces concha.
Si las tetas te
pesan la autoestima, y fingís orgasmos anticonflictos. Si la que
te dice no: es histérica. Y la que te dice si: es fácil. Si
aclaras “va a haber minitas”. Y el alfajor dice “amigos o novia, los
grises no existen”; Y todos los medios le hablan a los hombres, menos
cuando de limpieza y pañales se trata. Si usar un tampón te extirpa la
mitad del cerebro.
Entonces concha.
Si creés que la
amistad entre mujeres no existe, que ellas se odian secretamente
porque compiten por un tipo. Y la amistad entre el hombre y la mujer es
imposible, porque en el fondo… En el fondo ¿qué? Si “no es
femenina” o si “es un macho”. O si “llora como una nena”. Y la
Barbie sigue con tetas de silicona yankee. Y la prostitución se apaña
como la profesión más vieja del mundo.
Entonces concha.
Entonces concha.
Si las mujeres
logran posiciones de poder, pero en el fondo se sabe, son más hijas de puta. Hijas de puta.Hijas de puta.
Si el hijo es la
cadena con la que atar al que no te quiere, mientras la violación es un
secreto que avergüenza a la víctima, porque: “Por algo será”.
Si tu cuerpo es el cuerpo de la Iglesia,
temes dejarlo todo y viajar sola hacia tu propio camino. Si sufrís esperando un príncipe.
Si insistís creyendo en la princesa.
Entonces concha.
Entonces concha.
Si las lesbianas
te calientan porque pensás que en el fondo quieren un macho. Si
te da miedo agarrar un destornillador. Y ser buen padre es “ayudar” con
ése bebé. Si ganaste un máster en resignación ante los “piropos”
callejeros; Y te sentís elogiada porque te dicen que aún “estás
buena” y “además” sos inteligente.
Entonces concha.
Entonces concha.
Mientras avanza
todo y todo avanza y todo progresa en la superficie… Abajo se
baila lo mismo. La fiesta de las tradiciones petrificadas. Y el
parto es un milagro que muchos prefieren burlar. Y tener un hijo
“complica todo”.
Concha. Entonces
concha.
Hasta que la
libertad nos haga subir escalones
Entonces concha.
Hasta que tu
risa se confunda con mi risa
Entonces concha.
Hasta que el
enojo se vuelva paz.
Luz García
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