24 feb 2010

Una Vez Más.

Hoy no te he visto. Es raro, es absurdo. Quedamos a las cuatro en punto. Llegué a horario, llegué a nuestro sitio de encuentro, ese famoso bar que asila a todas las parejas que debaten sus problemas mientras beben un café. Llegué caminando, abrigada por el frío, me senté en una mesa que daba junto al vidrio. Cuatro y diez, pensé que te habías retrasado y decidí ser paciente contigo. Cuatro y media, me inquietaba saber si realmente tus intenciones eran venir, o si me habías dejado plantada. No quería agredirte. Te cité para hablar, te cité para verte, sonreír contigo, y sobre todo para sentir que por un momento eras mío, que recuperaba aquel tiempo perdido, que entre nosotros nunca hubo engaños, traiciones y peleas. Quería tomar tu mano, regalarte un abrazo y sentir un poco de tu cariño. Miré hacia la calle y envidié cada pareja que a mi frente desfilaba. Miré el cielo gris, miré las gotas de lluvia caer. ¿Habrá sido la lluvia la culpable de tu ausencia? ¿Te habrás retrasado por algún inoportuno accidente? No quiero sacar conclusiones sin antes saber lo certero. Pero esta falta me angustia, pero te extraño y hoy realmente necesitaba verte. Cinco de la tarde. No quiero desesperarme, creí que vendrías, confié en tu palabra. Me levanto de la mesa, voy hacia la puerta. No quiero ni imaginar que habrá pensado la gente que me rodeaba. Aquella loca sola, que llegó se sentó y así como vino se fue. Aquella abandonada que plantaron en una cita… más allá de lo que digan me duele que no estés, más allá de todo dolor, me siento otra estúpida en tu lista de mujeres que vienen y van. ¿Qué fue de nuestro amor? ¿En donde quedaron guardadas todas esas noches de pasión y desenfreno? Necesito oír tus palabras, pero no por teléfono, quiero sentir tu respiración cerca de mi cara, quiero verte, que me hables, que me mires y rememoremos viejos momentos. Te he perdido y recién ahora me doy cuenta de la realidad, te he perdido y caigo en que nunca volverás.



Me voy caminando bajo la lluvia y entre la gente indiferente; miro a mis costados y la niebla me atormenta. Oigo tu voz. No es mi imaginación. Levanto la mirada, estás tú ahí parado, pero no estás solo. Ella te acompaña. Una vez más me has traicionado. Debería haberlo imaginado.

4 comentarios:

Valeria C. Poulain dijo...

AME ESO! de verdad.. y una vez me paso :( Recorde cada momento u.u

Unknown dijo...

que lindo escribis aye, te amo ♥

maquiiii dijo...

Escribes hermoso, Aye (:

Sole dijo...

esta genial Aye :)
soy sole moran del fb
Besotes (K)(K)(K)